La Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) junto con DNA Expertus Turismo y Ocio ha presentado su VI Estudio de Turismo Familiar en España, dentro del proyecto del Sello de Turismo Familiar, donde se analizan las pautas de consumo turístico de las familias en España en 2018 en base a 850 encuestas, realizadas en su mayoría a socios de la FEFN, en el que se concluye que las familias numerosas han viajado menos este año pero han gastado más.
En términos generales, el 89,5% de los encuestados ha señalado que al menos ha realizado un viaje de vacaciones familiar en el último año, lo que supone un descenso del 3,3% con respecto a los datos recabados en 2017. En este sentido, la mayoría de las familias realiza 2 viajes al año (34,2%, un 3,5% más que el período anterior), seguidas de las que realizan 1 viaje (25,3%, con un incremento de 5% con respecto a 2017), y de las que realizan 3 viajes, que disminuyen con respecto al año anterior (-4,3%). Asimismo, disminuyen las familias que realizan 4 viajes o más: un 18,7% de las encuestadas así lo asegura, frente al 22,9% que lo hicieron en 2017. Resumiendo, y en promedio, las familias hacen 3,92 viajes al año por España y 1,27 al extranjero.
Las familias viajan más en fines de semana y puentes (44,6%) que en vacaciones (33,1%), en Semana Santa (12,5%) y en Navidad (9,8%). En este sentido, cabe destacar que Madrid pasa a ser el destino preferido para las familias para estas próximas fechas navideñas (sube un 11,3% en intención de viajeros con respecto a 2017), seguido de Andalucía (que baja en intención un 5%), Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Y aunque las familias numerosas españolas han viajado menos, han gastado más.Esto supone un impacto económico del turismo de familias numerosas de 2.252 millones de euros, que extrapolado a las familias con hijos, asciende a 18.316 millones. En este último caso, se advierte una ligera disminución con respecto al año anterior (-1,1%), que habría que entenderlo en el contexto de un menor gasto medio por familia en las vacaciones de verano (-3,6%), una disminución del número de viajes que realizan las familias (-2,9%) y una reducción del número de familias viajeras (-0,52%).
El estudio revela que la principal fuente de gasto en los viajes de ocio y turismo familiares sigue siendo el alojamiento, seguido de la alimentación y el transporte, en todas las épocas del año. En el caso del alojamiento, el interés por el camping sube un 1,3% respecto al año anterior. Y en cuanto a demandas, las familias dan cada vez más importancia a que el alojamiento esté adaptado a familias, (83,3%), seguido de la seguridad (80%) y el entorno agradable (78,1%). Durante 2018 se ha registrado también un incremento en la importancia que las familias dan a la calidad y a la personalización del viaje, con un 2,2% y un 1,4% más de interés. En cuanto a las características del alojamiento, siguen primando las ofertas y descuentos en los precios, seguido del confort de las instalaciones. En general, se observa un descenso en el interés por los productos muy adaptados a familias; los casos quizás más significativos son el descenso en la importancia que se le da a la gastronomía adaptada a niños (-5,6%) y a las actividades infantiles (-5%).