El turismo de camping en España ha estado tradicionalmente dominado por las regiones costeras, donde destinos como la Costa Brava y la Costa Daurada han sido favoritos entre los turistas internacionales. Sin embargo, en los últimos años, han comenzado a destacar otras zonas del país que, aunque menos conocidas, están experimentando un crecimiento significativo en la demanda de campings. Estas regiones emergentes ofrecen nuevas oportunidades de negocio para los empresarios del sector que buscan diversificar su oferta y atraer a un público diferente.
Pirineo Aragonés: naturaleza en estado puro
El Pirineo Aragonés es una de las regiones que ha ganado popularidad entre los campistas, sobre todo aquellos interesados en el turismo activo y de naturaleza. Los campings en esta zona ofrecen proximidad a rutas de senderismo, ciclismo de montaña y deportes de aventura, convirtiéndola en un destino ideal para los turistas que buscan experiencias al aire libre en un entorno montañoso.
En 2023, la región registró más de 107.000 turistas internacionales alojados en sus campings. Este incremento en la demanda sugiere que hay un interés creciente por destinos menos tradicionales, donde los campings pueden ofrecer un contacto más íntimo con la naturaleza y experiencias que no se encuentran en las zonas costeras.
Costa Verde: la alternativa al turismo masivo
Otra región emergente es la Costa Verde, ubicada en el norte de España, que ha captado la atención de aquellos turistas que prefieren destinos más tranquilos y alejados del turismo masivo. Con una combinación de paisajes verdes, playas salvajes y la cercanía de montañas, la Costa Verde se ha consolidado como una opción ideal para el turismo sostenible.
En 2023, la Costa Verde recibió más de 85.000 turistas internacionales en sus campings. Los campings en esta zona están atrayendo tanto a familias como a aventureros que buscan disfrutar de una experiencia más auténtica, con menor aglomeración y un enfoque en el ecoturismo.
Costa de la Luz: una joya por descubrir
La Costa de la Luz, ubicada en el sur de España, es otra región que está emergiendo como un destino de camping popular. Aunque tradicionalmente ha sido conocida por sus playas, en los últimos años se ha visto un incremento en el número de turistas que optan por campings en esta zona en lugar de alojamientos convencionales.
En 2023, la Costa de la Luz (Cádiz) albergó a 93.000 turistas internacionales en sus campings, consolidándose como un destino en crecimiento. Esta región ofrece un clima excelente durante todo el año, además de una oferta cultural y gastronómica que la hace atractiva tanto para turistas nacionales como internacionales.
Pirineos Catalanes: un destino de todo el año
Los Pirineos Catalanes también se están posicionando como una región clave para el turismo de camping. A diferencia de las zonas más tradicionales, los Pirineos ofrecen una gran variedad de actividades durante todo el año, desde senderismo y rutas de montaña en verano, hasta deportes de invierno como el esquí en la temporada baja.
Esta diversidad de actividades ha hecho que los campings en los Pirineos Catalanes vean un aumento en las pernoctaciones tanto en la temporada alta como en los meses de invierno, atrayendo a más de 40.000 turistas internacionales en 2023. Esto ofrece una ventaja competitiva para los empresarios que busquen desestacionalizar su oferta y captar visitantes durante todo el año.
Oportunidades para los empresarios
Estas regiones emergentes representan una oportunidad única para los empresarios del sector del camping. El aumento de la demanda en destinos no tradicionales sugiere que los turistas están buscando nuevas experiencias que combinen naturaleza, sostenibilidad y tranquilidad. Invertir en estas áreas podría ser una forma efectiva de diversificar el negocio, aprovechando el creciente interés por el turismo rural y de naturaleza.
Además, al apostar por regiones menos saturadas, los empresarios pueden ofrecer una experiencia más personalizada y exclusiva, algo que los turistas de hoy valoran cada vez más. Integrar actividades de ecoturismo, servicios complementarios como rutas guiadas, o simplemente garantizar un entorno sostenible puede atraer a un segmento de turistas con un poder adquisitivo mayor y un interés por experiencias únicas.