La ocupación media de junio, julio y agosto en los 55 campings que forman parte de la Asociación de Campings de Tarragona fue del 63%, es decir, un punto porcentual más que en 2014. Este crecimiento se debe, en parte, a la constante modernización de sus instalaciones y la ampliación de ofertas de alojamiento, que tiene en los bungalows su máximo exponente. Según explica Berta Cabré, presidenta de la Asociación de Campings de Tarragona, “los bungalows están atrayendo a un tipo de público que no estaba acostumbrado a pasar sus días libres en un camping. Estos visitantes tienen su primer contacto con el camping alojándose en un bungalow. La experiencia suele ser muy positiva, lo que le lleva a alojarse en parcela o caravana en años posteriores”.
En cuanto a las inversiones por parte de los empresarios, Cabré explica que cada camping de su asociación invierte una media de 110.000 euros al año, principalmente en la rehabilitación de zonas comunes, instalaciones deportivas, espacios infantiles y alojamientos, algo que “deben cuidar mucho puesto que se trata de uno de los factores más valorados por sus clientes”. Suelen destinar también parte de sus inversiones a la ampliación de sus servicios y actividades, como talleres o animación para niños y adultos.
Los campings de Tarragona han notado, además, un constante crecimiento del público familiar, debido a que sus instalaciones combinan la cercanía con la naturaleza con las comodidades necesarias para disfrutar de unos días de descanso. Esta mezcla permite que niños, jóvenes y adultos encuentren su espacio en un ambiente relajado y seguro. Además, se han visto beneficiados de la cercanía Port Aventura, un centro de ocio abierto ininterrumpidamente y que atrae a millones de personas cada año.
