Decir que el camping en España vive un momento dulce es evidente: desde hace una década, los campings españoles viven un continuo crecimiento tanto de pernoctaciones como de viajeros nacionales y extranjeros. El pasado 2023 el sector rozó los 10 millones de viajeros, una cifra histórica teniendo en cuenta que en 2014 apenas se alcanzaban los 6 millones. Solo en el último año, el incremento respecto a 2022 ha sido de un 4,7% y de un 19,8% si comparamos con 2019, último año prepandémico.
Y este crecimiento no solo se aprecia en los datos oficiales estadísticos sino también en el mayor peso y fuerza que están cobrando los campings dentro del sector turístico nacional, convirtiendo a los campings en los últimos años en objeto de deseo para fondos de inversión, grupos y operadores que apuestan por un negocio con un gran potencial de consolidación en los próximos años.
Entretanto, históricamente el camping en España es un claro ejemplo de empresa familiar que, en muchos casos, se encuentra en un momento de relevo generacional en el que en ocasiones la pregunta es: ¿puedo seguir manteniendo el negocio de manera independiente y competir con éxito con las grandes cadenas europeas?¿debo adherirme o franquiciarme a una de ellas? O, en último caso, el protocolo familiar no ha funcionado y debo plantearme la venta…