Según la Comisión Europea, se prevé que en el verano 2021 y en 2022 haya una recuperación de la demanda en el turismo español, con un aumento en el PIB español del 5,6% en el presente ejercicio y un 5,3% para el siguiente. Además, hasta la llegada de la crisis sanitaria, España era referencia mundial en competitividad turística desde 2015 y en destinos turísticos inteligentes, según refleja el Informe sobre Competitividad en Viajes y Turismo 2019. Esta favorable posición es ahora una oportunidad para sacar el máximo rendimiento del sector a la hora de afrontar los retos derivados de esta crisis.
Sin embargo, el turismo mundial registró su peor año en 2020, con una caída de las llegadas internacionales del 74%, según los últimos datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Esto supuso una incidencia real en la economía, ya que el turismo representa un 12% del PIB español y ofrece empleo a 2,6 millones de personas, según datos del INE.
El futuro del turismo en España
La crisis de la COVID-19 ha transformado el concepto de turismo de masas con el que estamos familiarizados. Tal y como explica la program manager de MSc Tourism & Hospitality Management de TBS en Barcelona, Deborah Carrer, “Los usuarios hoy no perciben el turismo de la misma manera que antes de la pandemia. Además, la experiencia del cliente ahora es clave, ya que las necesidades han cambiado”. Añade: “Lo más importante es sentirse “a salvo” y sobre todo sin ningún tipo de riesgo sanitario y con todas las facilidades tanto a nivel operativo como a nivel digital. No hay que olvidar que la digitalización del sector ha venido para quedarse”.
Ante la transformación en la actividad turística, uno de los cambios principales es el psicológico, que generará durante los primeros meses de recuperación que muchos turistas prefieran viajar a destinos cercanos en su propio país. Además, según Business Insider España, se prevé un auge del turismo de lujo y se pronostica que las marcas premium van a ir por delante en la recuperación, así como todo lo relativo al segmento del lujo. Los usuarios se muestran dispuestos a pagar más por servicios privados y que reduzcan el contacto con otros pasajeros. Teniendo en cuenta la seguridad sanitaria, se prevé también un predominio de los viajes a la naturaleza, aumentando los destinos no masificados, como el turismo rural y de naturaleza.
La tecnología: la alternativa para evitar el contacto
“Automatizar procesos que antes se tenían que hacer manuales puede ayudar a evitar el contacto entre las personas, un elemento clave para reactivar las actividades turísticas de forma segura. Estamos hablando de una nueva era donde la digitalización del sector es primordial para su recuperación”, revela Deborah Carrer.
Está previsto un aumento de la robotización con la llegada del 5G y otras innovaciones tecnológicas, que va a permitir la aparición de sistemas autónomos más potentes y operativos, que pueden revolucionar la logística turística, los transportes y la hostelería. El desarrollo tecnológico y las redes sociales se van a convertir más aún en una herramienta imprescindible para obtener información, fidelizar al cliente y mostrar los servicios. Sobre este tema, Deborah Carrer de TBS en Barcelona le da mucha importancia a la formación: “Para afrontar con éxito todos estos cambios, es imprescindible disponer de profesionales con competencias necesarias para diseñar y ejecutar estrategias de gestión de turismo y hospitalidad. Por ejemplo, en TBS ofrecemos el MSc Tourism & Hospitality Management para proporcionar una formación sólida en gestión, ofreciendo habilidades teóricas, estratégicas y operativas además de desarrollar las aptitudes cualitativas de cada alumno y así convertirlos en los futuros líderes cuyo sector necesita para afrontar esta nueva etapa”.
Toda esta realidad presenta un escenario en el que, con mejoras en las medidas de seguridad y con avances en la vacunación, los usuarios van a estar dispuestos a viajar y dejar atrás el 2020.