El crecimiento del turismo en los últimos años ha dado lugar a nuevos términos como «turista 3.0» y modelos como «Smart travel» o «turismo inteligente». Este concepto apuesta por usar la tecnología para enriquecer la experiencia del turista y por eso tanto empresas y alojamientos turísticos como compañías tecnológicas compiten por crear infraestructuras tecnológicas de vanguardia a través del desarrollo de la realidad virtual, big data, realidad aumentada, simuladores, apps, chatbots, balizas o pantallas táctiles con todo tipo de información con la posibilidad de ser personalizada.

¿Qué se pretende con ello?: sobre todo, conquistar a una nueva generación, los millennials, pero, ¿cómo conseguirlo? Desde IMF Business School señalan 3 pilares fundamentales:

InfografíaSMARTRAVEL

 

Innovación tecnológica. Consiste en introducir nuevas competencias absolutamente vinculadas a lo digital y donde la actividad colaborativa horizontal fortalece la creación de vínculos que hace que las funciones fluyan y se enriquezcan en la interacción que supone el estar permanentemente conectados, tanto de las empresas con los turistas como entre los equipos de las propias organizaciones e incluso entre los clientes entre sí, en una conversación constante e infinita.

Accesibilidad. Un destino turístico no puede ser inteligente si no es accesible. Una iniciativa interesante en este sentido es la implantación de balizas inteligentes diseñadas para la identificación y localización de objetos cercanos. Un mundo de nuevas posibilidades para las personas invidentes al poder ser asistidas por apps en sus smartphones, mayores y familias con niños pequeños.

Sostenibilidad. La industria turística se ha sumado a la sostenibilidad, un hecho fundamental en un sector donde el consumo de agua y energía es muy elevado, de ahí que campings y hoteles pongan en marcha medidas en línea con las recomendaciones medioambientales como materiales 100% reciclables, sistemas eléctricos de bajo consumo, aislamiento máximo de los edificios para ahorrar la mayor cantidad de energía posible e, incluso, sistemas de limpieza con ozono sin químicos.