‘Saben aquel que diu’ que «una abuela le pregunta a su nieto: ¿Juanito, quieres mucho a tu hermano Pablito?; y éste le contesta «sí, abuelita, como Caín a Abel». Y es que la consanguineidad no garantiza la ausencia de conflictos.
Por Jordi Tarragona (*).
La mayoría de empresas familiares (y los campings en España son un claro ejemplo, en su inmensa mayoría, de empresa familiar) no tienen conflictos en este momento, pero ¿hay alguna empresa o familia que nunca haya tenido algún tipo de conflicto en algún momento? Sin conflicto no hay progreso, la cuestión es su intensidad y duración. Dado que en la familia los vínculos afectivos son más fuertes, los conflictos pueden ser más sangrantes que en las empresas no familiares; pero por otro lado pueden perdonarse cosas que no se perdonarían fuera de la familia.
Además, los conflictos familiares se pueden ampliar debido a que la relación es más intensa en profundidad y duración, en dos sentidos: la relación continua fuera de la empresa y a que los familiares tienen más difícil dejar el trabajo o la propiedad en una empresa familiar que en una empresa no familiar.
Los conflictos son inevitables en toda relación, la cuestión es cómo se convierten en positivos
Dicen que «la mejor forma de evitar que haya conflictos entre socios es que su número sea impar e inferior a tres». También dicen que, «si dos personas están de acuerdo en todo y siempre, una sobra». Y finalmente, que dos no se pelean si un no quiere. Los conflictos son inevitables en toda relación, la cuestión es cómo se convierten en positivos.
La mayor parte de los conflictos son debidos a diferencias de información o percepción. En los conflictos familiares la historia de la relación puede ser clave para su comprensión y solución. Con mucha facilidad se reproducirán los conflictos de la infancia; los celos pueden ser inevitables.
A lo mejor lo que se necesita no es asesor empresarial, sino conductual.
Muchas veces delante de un conflicto en la empresa familiar lo que hay realmente esun conflicto familiar que se está substanciando en el terreno empresarial. Incluso sin que las partes se den cuenta. Es importante asumirlos. Y para solucionarlo a lo mejor lo que se necesita no es asesor empresarial, sino conductual.
El conflicto suele ser debido a una diferente percepción (recodemos la diferencia grafica entre 6 9), que genera diferentes expectativas. Puede tener su origen en una asimetría de la información. La mejor acción delante de los conflictos es la prevención, no tanto para eliminar totalmente su aparición como para reducir su virulencia y ser ágiles en su resolución. Y la mejor forma de prevención es la comunicación sincera.
(*) Jordi Tarragona es consejero de familias empresarias y abogado; profesor de Empresa Familiar en ADE Universitat Central de Catalunya y coautor del libro “Los Aristegui: una familia, una empresa”, publicado por Profit Editorial.
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