La temporada turística ha sido muy corta y floja en los campings de Girona debido, principalmente, a la falta de turismo extranjero, ya que en la Costa Brava el 80% de los clientes son europeos, que han cancelado sus reservas debido a las restricciones de movilidad. En la zona del Pirineo los datos no han sido tan malos ya que el segmento de público nacional es mucho mayor que en las zonas de costa. Así, y aunque durante los meses de verano todos los campings gerundenses han estado abiertos, más del 20% de ellos (especialmente en las zonas de costa) están avanzando su cierre a falta de reservas suficientes para poder continuar ofreciendo sus servicios en los meses de otoño.
Son los datos de valoración del verano que nos adelanta el vicepresidente de la Asociación de Campings de Girona, Josep María Pla, que no se muestra muy esperanzado con la demanda de otoño ya que «suele ser una época especialmente atractiva para clientes internacionales de la tercera edad que, evidentemente, son los primeros en cumplir las restricciones de movilidad del gobierno de su país. En relación a las zonas de interior esperamos atraer bastante público nacional y remontar la temporada de otoño», estima.
Sin embargo, Pla se muestra muy satisfecho del comportamiento de los empresarios de la provincia en el cumplimiento de los protocolos anti COVI-19. «Todos los campings y la Asociación de Campings de Girona han destinado muchos esfuerzos en poner a los establecimientos en relación a las medidas sanitarias, a los protocolos internos, a las formaciones de los empleados… Se calcula que solo en Girona se ha invertido 1,6M € en medidas anti COVID-19 y la mayoría de los campings han certificado sus planes de contingencia y de protocolos». Y destaca también una buena colaboración por parte del cliente para cumplir los protocolos. «Los clientes han elegido la seguridad y higiene en los establecimientos y han hecho de altavoz hacia el exterior en relación a la tranquilidad vacacional que han encontrado en los campings. Sobre todo, destacamos el feedback de los clientes internacionales, que muchas veces se sentían más seguros en nuestros establecimientos que en sus propios países», dice.
Cuando le preguntamos por el perfil del cliente en este atípico verano, estima que ha habido «clientes fieles de cada año que no se querían perder sus vacaciones en nuestros campings, pero también hemos recibido a nuevos campistas que han escogido el camping como alternativa vacacional a los destinos lejanos y que han optado por esta oferta segura y al aire libre». El alojamiento más demandado, como ha ocurrido en los campings de todo el país, han sido bungalows y mobil-homes. «El auge del cliente nacional, la llegada del hasta ahora no-campista y las medidas sanitarias han sido las tres razones que explican que se haya trabajado mucho más en demanda de bungalows/mobil-homes y alojamiento en oferta de glamping y no tanto en parcelas. También podemos destacar un auge en autocaravanas de alquiler, como solución a alojamientos propios y seguros a nivel sanitario, aunque estos en ocasiones ocupaban áreas protegidas y espacios naturales»
Nuevo Decreto de reglamento de turismo de Catalunya
Por otro lado, el vicepresidente de la Asociación de Campings de Girona celebra que finalmente se haya aprobado a principios de agosto el nuevo Decreto de reglamento de turismo de la región aprobado a principios de agosto, que «estaba en el limbo para su entrada en vigor desde hace cinco años», pero lamenta que se haya llevado a cabo en el mes menos indicado para el sector turístico. «Finalmente podemos trabajar con una categorización universal de estrellas y por fin tenemos un espacio legal para las áreas de autocaravanas para que puedan adecuarse al sector turístico catalán», opina.
Josep Maria Pla quiere dar también un tirón de orejas a la administración, de la que lamenta el silencio en cuanto a ayudas directas para el sector como en países competidores como Francia. «Se sabe que el sector turístico ha sido golpeado muy fuerte por la COVID-19, pero las únicas ayudas que se ofrecen es endeudamiento a través de ICO con carencias demasiado cortas o ERTE’s con pagos de las cuotas de Seguridad Social. Necesitamos ayudas directas a fondo perdido para poder pagar esta deuda y estas cuotas, sino habrá miles de líneas ICO sin pagar y miles de empleados despedidos», afirma.