El Parlament catalán aprobó este miércoles el Decreto Ley 23/2020, que prevé dejar sin efecto la subida de la tasa turística hasta enero de 2021 con el fin de apoyar la recuperación de uno de los sectores que mayor impacto ha sufrido por la pandemia de la COVID-19. El decreto se aprobó con los votos a favor de ERC, JxCat y PSC, los votos en contra de PP y Cs, y con la abstención de la CUP.
La cámara ha rechazado, en cambio, las proposiciones de ley presentadas por los grupos de Cs, PSC y PP en las que se contemplaba una moratoria para los años 2020 y 2021, o una reducción del gravamen del mencionado impuesto sobre estancias turísticas.
Así, en el decreto se modifica la ley 23/2020 de medidas urgentes en materia tributaria para dejar sin efecto el incremento de la tasa turística que estaba prevista para este año y se aplaza su aplicación hasta enero de 2021, pero también se prevén bonificaciones y aplazamientos en el pago de otros tributos.
El vicepresidente de la Generalitat y el Consejero de Economía y Hacienda, Pere Aragonés, ha justificado esta modificación por el impacto económico que tiene la crisis de la COVID-19 sobre determinados sectores como el turístico. «No podemos desatender al sector turístico, que representa el 12 % del PIB catalán, y que tendrá una recuperación progresiva y no será de golpe como en otros sectores», explicó.
Apuntó que durante el confinamiento bajaron un 99,5% las pernoctaciones en Catalunya y estimó que “hay entre 128.000 y 152.000 empleos perdidos”. Para Aragonés, el decreto es una medida “absolutamente oportuna” que da confianza al sector y que responde a sus necesidades actuales, y aseguró que es fundamental aplicar medidas de choque para inyectar liquidez a la economía catalana.
El decreto también pospone el pago del canon del agua para las pymes, por ejemplo, ya que según Aragonès, era necesario adaptar el calendario tributario a la situación posterior al decreto de estado de alarma.