Los campings y el resto de alojamientos turísticos españoles podrán abrir, aunque con condiciones, a partir del 11 de mayo, según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes durante la presentación del proceso de desescalada, aprobado en el Consejo de Ministros, y que constará de cuatro fases.
Es decir, los campings pueden reanudar su actividad, aunque tendrán que excluir el tránsito de personas por las zonas comunes y no podrán ofrecer servicio de restauración. Además, tendrán que aplicar ciertas restricciones “que serán planteadas en una orden por parte del Ministerio de Sanidad”, que, entendemos, suponen reforzar las medidas de higiene y distanciamiento.
Conforme avancen las fases, se irán abriendo las zonas comunes de los campings, con limitaciones de aforo y siempre con restricciones por criterios sanitarios. A falta de conocer más detalles, esta reactivación se producirá incluso antes del plazo previsto por el Instituto de Calidad Turística Española (ICTE) de tres semanas, desde el pasado viernes, para determinar el protocolo que deberá implantar el sector turístico a nivel nacional para garantizar la seguridad de los viajeros y de los empleados.
Lo que está claro es que, de momento, la apuesta del empresario de camping que abra su negocio ha de ser por el turista de proximidad, ya que en estas cuatro fases de vuelta a la «nueva normalidad», la movilidad sigue prohibida la circulación entre provincias e islas. Sería a finales de junio cuando los campings podrían recibir a clientes de todo el territorio nacional.